Nunca falta un mal del que aquejarse. Crisis económica, delincuencia, corrupción, situación migratoria, desempleo o inflación; mas este mundo lo que necesita es una epidemia de pasión!
Estoy convencida de que el propósito de la vida es ser feliz, y que mientras tenemos vida, hay que vivirla! No sólo planificarla, vivirla en cada una de sus etapas! Estamos empeñados en “prepararnos para vivir la buena vida”, mientras esta transcurre y no nos dedicamos a vivirla. Ser feliz es una decisión, y una buena forma de decidirse a ser feliz, es descubrir aquello que amamos, que da sentido a nuestras existencia, que se nos da bien, que nos produce un sentido de libertad, felicidad y plenitud. Esas son nuestras pasiones, y son la clave de nuestro destino personal.
Todos tenemos pasiones, lo que indica que todos somos buenos en algo. Cualquier cosa puede ser una pasión; las hay profundas o superficiales, ordinarias o raras. Puede haber gente apasionada a la comida, música, historia, el baile, un estilo de vida en particular, las frutas, los animales, el humor, la pesca, el ayudar a otros; en fin, entre los seres humanos existen tantas pasiones como palabras hay en el diccionario. Si abrimos el diccionario en una página cualquiera, podríamos encontrar que hay personas apasionadas a: pasta, pasteles, pastillas, pastelería, patentes, patines, etc.
En conclusión, las pasiones son la clave para llevar a cabo nuestro propósito de vida. Y por qué son tan importantes? Porque vivir en consonancia y alineado a nuestras pasiones, nos hace vivir en integridad con quienes realmente somos, y por supuesto nos proporciona felicidad. Porque una vida sin pasión es una vida de desesperación, miseria, frustración e infelicidad. Es una vida llena de confusiones, caótica y fuera de control. Y lo más triste, es que la mayoría de las personas viven vidas de desesperación en silencio, sintiéndose en un laberinto, atrapados en el cúmulo de decisiones desacertadas que les han desconectado de sus pasiones y alejado de su propósito.
Es por eso que pienso, que es necesario, a cualquier edad y en cualquiera de los entornos que componen nuestra vida, identificar cuales son esas cosas que tanto amamos y que facilitan el fluir de nuestros días, a veces haciéndonos hasta perder la noción del tiempo. Y una vez descubiertas nuestras pasiones, el “Secreto” para vivir una vida apasionada, es que “cada vez que nos encontremos ante una elección, una decisión o una oportunidad, elegir siempre a favor de nuestras pasiones”. Eso nos asegurará una vida íntegra y feliz.
Por eso apuesto por erradicar la “crisis vocacional” en nuestros jóvenes, ayudándoles a encontrar su propósito desde temprana edad; apuesto por construir “entornos laborales felices”, ayudando a las empresas a alinear su misión y sus valores con el propósito y las pasiones laborales de sus empleados, ya que está visto que “la felicidad es la nueva productividad”; apuesto por impulsar “una generación de emprendedores Empodera-Pasionados”, que lideren negocios con un sentido de propósito y apuesto por provocar una epidemia de pasión contagiando a todo aquel que quiera sumarse a mis cruzadas de pasión. Porque vale la pena ser feliz!